sábado, 19 de marzo de 2016

Barba Azul

La historia transcurre en un reino, concretamente en el de Cazalla de la Sierra, donde un noble se dedica a darle matarile a todas las esposas que tiene cuando este se percata que le ha cogido el brazo cuando ofreció, solamente, la mano.

Por contraposición, existen cuatro hermanos de clase humilde. Tres de ellos son varones y son leñadores. La hembra se dedica a los quehaceres de la casa. Sociedad antigua, como se puede apreciar.

Un día, un carruaje con alerones rechulones llega al chozo de los cuatro hermanos. De él sale un paje, de metro 60 que recuerda a Popotxo, que le comunica a los cuatro jóvenes que su señor quiere contraer matrimonio con la chica. Así, a pelo, sin conocerla ni ná. ¿Para qué perder el tiempo con burdas citas a ciegas si te puedo hacer mi esposa en dos días y empotrarte antes de que se ponga el sol?  

A cambio, y por el compromiso que ello trae, el mensajero le dará una cantidad de dinero considerable a los hermanos por conceder la mano de su hermana al noble que la solicita. (La mentalidad del momento queda plasmada en el noble arte del trueque o venta de hermanas cual trozos de carnes de retín).

Al principio, estos se mantienen reacios y le preguntan a su hermanita en qué jodido momento se apunto a “edarling”. Si es que ya lo decía su difunto padre, que en gloria esté, que esta niña era más casquivana… La hermana, por el contrario, estaba chorreando de la emoción y sin apenas oír las dos primera silabas del mensajero, ya estaba empacando su maleta y subiéndose a la carroza, mientras se despedía de sus tres hermanos de manera cariñosa con el dedo medio de su mano derecha.
Una vez que el carruaje se encontraba a 400 metros de donde se encontraban los hermanos, la preocupación de estos, en esos momentos, era en quien iba a ser el guapo que se ataviaba con delantal y hacia la comida.

Una vez en el palacio, la visten de “Pronovias” y aguarda a que su futuro marido haga acto de presencia en su habitación para conocerla. Cuando este llega, la sorpresa es mayúscula.
El gachón tenia la barba como si le hubiera explotado 48 boli Bic azules. La chica se estremece del miedo y apenas puede mantener el contacto visual con el hombre. Mientras el “barba blue tropic” le da la bienvenida al palacio y la agasaja con todo lo que necesite, la chica empieza a arrepentirse de haberse largado tan pronto de su casa y maldice el momento en que no metió el vibrador  entre sus pertenecías, concretamente debajo de los leotardos y las enaguas de los domingos, pues la grima que le contagiaba esa barba y la “echuras” del nota, dejaban ver que su vida sexual se iba a basar en la abstinencia por parte de ella.

Si iba a compartir su vida con el “cojone” este, sería mejor empezar a entablar conversación y dejar de mirarle las pantorrillas cada vez que estuviera en su presencia.

Durante un banquete real en el cual no escatimaron con el vino y la carne al toro, la chica empezó a encontrarse en su salsa. Rió, bailó, rompió dos platos sin querer, echo la tarde, vaya…

Conforme pasaron las semanas, y con ellas los meses, la chica empezó a olvidar sus orígenes humildes y comenzó a volverse una zorra consentida al acostumbrarse a la vida acomodada.

El “barba avatar” tenía que ir a hacer unas gestiones al pueblo de al lado y se ausentaría una semana, debido a que el viaje lo hacía en caballo y las carreteras radiales no se habían inventado aun. Le entregó a su futura esposa unas llaves con un llavero que ponía  “ I (Corazon”) Benalup. Atestigua que esas llaves abren todas las puertas de la mansión y que todo lo que se encuentra en esas habitaciones le pertenece a ella. Que majo el Barba.

También, le entrega una llave más. No era como las demás de plomo, esta era de oro y tenía un borlón rojo en su extremo. Las directrices para esa llave eran simples; No abrir la puerta negra que se encontraba al final del pasillo.

¡¿Para qué se la da si no quiere que abra la puerta prohibida?! ¿Creéis que son las mujeres las únicas que saben poner pruebas de sinceridad a sus parejas?

En fin, el hombre se va, y la mujer empieza a abrir puertas, como si no hubiera un mañana, y a flipar con todo lo que encuentra. En una había toneladas de oro, amontonadas en montañas que en cualquier momento se podría derrumbar y sepultar al que se encontrara debajo de su base. En otra había joyas y piedras preciosas (Rubís, diamantes, zafiros, esmeraldas, Cuasimodos, Frolos….). En otra encontró mochos, fregonas, mopas y escobas. Era el cuarto de limpieza y pensaba que se trataba de una broma de su marido pero no, también le pertenencia, por algo se le había entregado la llave de ese cuarto. Ahí ya no se reía tanto.

Después de haber abierto todas las puertas del palacio y haber echado la tarde disfrutando, ella sola, de todos sus tesoros, cual autista con el fuerte vaquero de playmobil, comenzó a tener curiosidad al saber que era lo que escondía la puerta negra prohibida.

Comienza a dudar y preguntarse si abrirla o no abrirla, pero al final, con su chocho gordo, lo hace excusándose así misma que si su marido no quería que la abriera que no le hubiera dado la llave. Así son las mujeres, expertas en dar la vuelta a la tortilla, capaces de hacer algo malo a alguien y hacer creer que el culpable es el emisor del daño o “feo”.

A lo que vamos, abre la puerta, empieza a soplar un levante del 15 del interior de la habitación y es arrastrada al interior de esta, para ir a cerrar la ventana que algún hijo de puta se dejo abierta con toda la mala idea. Una vez dentro, comienza a buscar un interruptor pero se acuerda de que aun no se han inventado y que las iluminaciones  de los cuartos oscuros va a cargo de velas y candelabros.
Una vez que se hizo la luz, atentos a la escena que describo porque se te va a quedar el ano como el bostezo de un camerunés.

Esa habitación era el Louvre de lo sádico. Cuerpos de mujeres se encontraban en sus paredes, colgadas, algunas más recientes, otros en avanzado estado de descomposición y otras habían rellenado la solicitud esa misma mañana y llevaban escasas horas empaladas en el pladur.

La chica, horrorizada pensaba que su marido le gustaba el rollo “50 sombras de Grey” y el juego se le había ido un poco de las manos. Así que recogió la llave, cerró la puerta y salió escopeteada, pegándose patadas en el culo para su habitación.

¿Qué paso cuando llega a su habitación? La llave con la que había abierto la puerta de los fiambres de “Campofrio” comenzó a sangrar de manera muy basta. Sin duda alguna la llave era fabricación “Quentin Tarantino” porque no era normal la de litros que estaba chorreando la puta llave. Era como si la Venus de Willendorf estuviera en unos de esos días del mes. Nerviosa, intentaba tapar la hemorragia inexistente de esa llave, maldiciendo por haberse olvidado los tampones en la casa del pueblo.
Después de casi tres cuartos de horas taponando la llave parece que las plaquetas habían hecho su trabajo.

El día había empezado muy bien pero iba a acabar muy mal. Escuchando “Bohemia Rhapsody” de Queen, con el sofocón se quedo dormida. Al día siguiente, el marido llego y dijo: “Mari,ya estoy aqui. ¡Las llaves!”

La muchacha había conseguido que la llave dejara de sangrar pero aun así ,cuando se la entrego al “barba pitufo”, esto dijo: “¿Con que me vas a entregar a tu marido y no se puede enterar de que me has usado? Sería una pena de que alguien…comenzara a sangrar”

Y otra vez, ríos y ríos de hemoglobina liquida y olor a metal comenzó a brotar de la condenada llave..Mira…entre lo rojo que se puso, de la ira, y esa barba, parecía la camiseta azulgrana del Barça. El barbudo se cogió un mosqueo que no fue normal, como que se la iba cargando…

La chica pedía perdón, pero era todo en vano, el hombre había sacado la espada y tenía un objetivo marcado. La empezó a perseguir por todo el castillo y no había ni un alma en él que pudiera prestarle auxilio a la chica. Esto más que raro, es intrigante. Durante el día está repleto de criados y en ese momento parece que todos se habían puesto de acuerdo para quitarse de en medio. No lo entiendo. Era horario laboral, ¡¿donde coño estaban?!

Mi teoría radica en que el “Barbi Blue”, antes de irse, reunía al personal y les decía.

-A ver, escucharme con las orejas. Me voy mañana. Vuelvo tal día. Quitarse de en medio ese día por si las “flys”.
-¿Qué le va a hacer “la de la llave”, jefe?
-Aaaaro…

¿Y esos trabajadores en sus casas, que le decían a sus esposas?
-¡Mariiaaa! Coge a los niños que mañana nos vamos todos a Valdelagrana, a la playita.
-¡Uy!¿Y eso Antonio?
-Que me han dado libre en el curro, mi vida.
-¿”El puente la llave”?
-“El puente la llave”


En fin, resumiendo y terminando, los hermanos se cuelan en el castillo, pues habían decidido hacer una visita a su hermana, y descubren infraganti al cuñado que estaba a punto de ensartar a su hermana. Los tres hermanos, le meten una paliza gorda y lo matan para siempre.






"¡Intenta matar a nuestra hermana ahora, estúpido cabrón de mierda!"









Después de asesinar salvajemente a su esposo, le piden que vuelva a casa con ellos pues habían pasado mucha hambre desde que ella se había ido, ya que el mayor cocinaba de puta pena(Que se le quemaban hasta las ensaladas), el mediano no limpiaba un carajo y la casa tenía una pecha de mierda que no era normal y el pequeño, básicamente, estaba de baja porque talando un algarrobo ,una tarde, se le fue el hacha y se rebano el meñique de un pie, que es un dedo que no tiene mucho uso pero entran dentro de las contingencias profesionales por perdida de falange.
Como estaba en deuda con ellos por haberle salvado la vida, acepto volver con ellos. Bueno, eso y que no tenia donde caerse muerta.