domingo, 16 de octubre de 2016

SINOPSIS COJONERAS: "Goofy e Hijo"


¡Muy buenas bienmesabes!, ¿Me echabais de menos? Yo a vosotros si, y por ende me veo aquí dándole al tecleo para ver si así cesan las amenazas de muerte, en su tozuda insistencia de que vuelva a hacer lo que hago cada Domingo.

Bromas aparte y no dándole un mayor protagonismo a las excusas, he estado más justo que el pulgar de Fernando Romay en la nariz de un infante sietemesino, por motivos que son obvios para todo estudiante que se aprecie.

Como prometí, os traigo la película con la que cerré mi última entrada y esta no es otra que: “Goofy e hijo”

Bueno, la cosa empieza con el hijo del “paletas” teniendo un sueño húmedo con la chavalina que le pone tontorrón en clase, debiendo taparse con el libro de física la zona inguinal si tiene que salir a la pizarra a resolver un ejercicio. Justo cuando le va a remover la “garbanzada” a la chica en el sueño, entra en ese maravilloso mundo llamado pubertad aunque de una manera un poco oligofrénica y que me recuerda mucho a los efectos que ocasiona el garrafón en un Fin de año.

El muchachito despierta empapado en sudor y tras comprobar  que todas sus extremidades no son amorfas, se tranquiliza e intenta volver al ronca que te ronca.Debido a que se había quedado dormido y llegaba tarde al “tuto” no podía volverse a dormir y rematar la faena con la “piqui” que le esperaba en el subconsciente.

A esto que el padre entra en la habitación y no es otro que Goofy. Pero no aparece con la indumentaria a la que nos tiene acostumbrado a todo mocito y mocita del 86 para arriba, no. (Tendréis que ver la película) La preocupación de su hijo de llegar tarde al colegio se ver mermada cuando la eclipsa otra preocupación mayor: Que los vecinos no vean al padre con esas pintas con las que se ha colado en el cuarto.

Durante una escena típica de “Grease”, en el que todos los vecinos del barrio se marcan una coreografía, totalmente improvisada por la parte del escroto segoviano, el muchacho llega al “cole” y se reúne con sus amigos: Un individuo con obesidad 1 y con problemas de seguridad en sí mismo, y otro, pelirrojo con peinado mohicano, adicto al queso Sheddar en spray.

La cuestión es que estos tres “prendas” la lían leopardo en el salón de actos con la actuación de una flagrante imitación de Michael Jackson, en un intento de sorprender a la chiquilla que le gusta al prota. El director llama a Goofy y le dice que su retoño esta con un píe en “Guantamo” donde solo va a recibir “Guantá na má” Claro que el padre al oír eso piensa que su hijo se ha colado con una fusil de asalto en el instituto y se ha llevado a todo el mundo por delante, pero al no preguntar dejo que el pensamiento de haber fracasado como padre le inundara hasta el gañote.

En un intento por salvar a su hijo de las palizas nocturnas por funcionarios de penitenciarias, el jabón constante caído en las duchas, las comidas de tetrabrik…decide que es bueno llevárselo, en contra de su voluntad, a pescar a un lago que esta a tomar por culo de la civilización y así, poder desintoxicarlo de esa vida delictiva que lleva. El problema es que al chavalín, después de su actuación, los “pussys” le llueven del cielo, así que no tiene muchas ganas de irse muy lejos ya que, posiblemente, iba a acabar haciendo ricos a los de “Durex”
Después de haber sido maniatado en el coche, se ponen en marcha y llegan a un poblado para hacer un descanso y retomar el viaje con fuerzas. Por suerte hacían un espectáculo “para toda la familia” y Goofy pensó que era buena idea ir a verlo.

El show, para que me entendáis, era el típico que puede surgir de mentes colapsadas por haber practicado durante siglos la endogamia y con un fetiche muy pronunciado hacia un marsupial en concreto; la zarigüeya. Era un espectáculo de marionetas robóticas y parecían haber sido fabricadas en la mismas fraguas del infierno por un electricista que no acabo ni siquiera la FP.

El niño se cabrea con el padre y jura meterlo en el peor asilo del mundo el día de mañana, de esos que ponen “Diacepan” caducado y atan a los ancianos a la cama cuando se ponen pesados porque quieren ir a renovar la cartilla.

Tras haber vivido una experiencia cercana a la muerte con un “Big Foot” fan de los “Bee Gees” la relación entre padre e hijo va mejorando durante el viaje y a partir de ahí es como digo siempre, si parpadeas te lo pierdes.

Es una gran película, repleta de detalles, amor, odio hacia un padre irresponsable, monjas viajeras y muchas cosas más. Te la recomiendo no solo por ser el primer largometraje animado de uno de los personajes más carismáticos y famosos de Disney, sino también porque, en una escena, al finalizar el “Freak Show”, hay un sujeto dentro de un disfraz enorme de zarigüeya, simulando un Disney Word casposo y zafio, el cual regala abrazos a los viandantes que se habían dignado a asistir a ese espectáculo. Para mí, es el peso pesado de la película sin duda alguna, muy seguido, me atrevo añadir, de ese “Big Foot” bailando el “Stay Alive”. MUY TOP.

Adjunto a estas líneas, una foto del curriculum vitae del autónomo en cuestión.




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