sábado, 13 de mayo de 2017

SINOPSIS COJONERAS: "EL príncipe de Egipto"


La película que os traigo no es del universo Disney pero os hará reflexionar sobre la existencia de un señor con barba y una figura geométrica en la testa. Prima hermana nieta egipcia de la “Ruta hacia el Dorado”

La  trama se desarrolla en Egipto, no sé qué siglo después de Cristo, donde zagales del Cairo le revientan la espalda a latigazos a hebreos y el ladrillo está por las nubes, motivo por el cual se trabajaba con arena y barro y permisos de obra que huele a trafico de influencias.

Una señora, en una tarde, hizo una cesta de mimbre e introdujo en ella a su bebe, lanzándolo posteriormente al rio para salvarlo de la forma demasiado bestia que el faraón tenia de controlar la natalidad en el pueblo (Tampoco me veía yo al “barbilla escayola” repartiendo profiláctico a sus esclavos, la verdad)

La cuestión es que el niño después de practicar todos los deportes de riesgos que se pueden hacer en el agua y a bordo de una cesta de mimbre, llega al palacio faraonal. Una vez allí, lo recoge la reina consorte y le pone el nombre de “Salvados por las aguas” pero te llamaremos “Cabesa” por no llamarte “Moisés” o “kayak Moi”

El niño crece, junto a su hermanastro Kiruku, y se convierte en un “Toreto” de las carreras ilegales de carros a caballo, un crack en bromas a los monjes mariposones del palacio y en el noble arte del ligoteo de delicadas flores del desierto que parecen cobras.

La cuestión es que un día, dándose su garbeito por la obra, como de costumbre, ve como un guardia se empieza a cebar con la espalda de un anciano a base de latigazos, habiéndose propuesto el firme cometido de quitarle los lunares de una manera muy bestia. (Los lunares o la columna vertebral, vete tú a saber) Total, se le pela el cable y lo lanza desde un andamio que no reunía los permisos pertinentes.

Se convierte en un prófugo de la justicia, aunque siendo el hermano del faraón lo único que le iba a caer, si acaso, una multilla y un “Que no se vuelva a repetir”. Pero el se sugestiona demasiado y pone desierto de por medio.

Se hace pastor y en su tiempo libre habla con una zarza que tiene el ancho de banda que ríete tú de la fibra óptica de ONO.

Pasa el tiempo y vuelve a lo que fue su casa, exigiéndole a su hermano que deje marchar a su pueblo porque Dios se lo ordenado a través de la zarza WhatsApp.

El  hermano no quiere dejar marchar al pueblo del prota. Porque no, porque dice que la  mano de obra judía esta de lujo, que no tienen días de asuntos propios, ni vacaciones, ni sindicatos pollas, al que tenga cojones de quejarse lo revientan a patá….

El “Moi” le dice que con esa actitud de negrero no se puede ir por la vida y se lo hace ver convirtiendo el rio en sangre, que ríete tu de la escena del ascensor de “El resplandor”, plagas de langostas que parecían botes de champú “Fa”, enfermedades y una inspección de trabajo en forma de “Hadouken” que se va ventilando a todos los niños de los egipcios que no se hayan recogido a las 21:00, hora local.

Al final de la película se ve como consiguen la libertad pero el faraón vuelve como la segunda forma de un Boss Final.
La película te la recomiendo mucho. Banda sonora estupenda, gráficos de lujo, sale India Martínez metiendo al niño en la cesta….


Si pudiera resaltar alguna escena seria cuando “el prota” separa las aguas después de  clavar con saña su bastón en la orilla. Es muy impactante, emotiva y me recuerda mucho a lo que hago yo, con el palo de la sombrilla, cuando veo un hueco libre en la Playa.

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