La película
que os traigo no es del universo Disney pero os hará reflexionar sobre la
existencia de un señor con barba y una figura geométrica en la testa. Prima
hermana nieta egipcia de la “Ruta hacia el Dorado”
La trama se desarrolla en Egipto, no sé qué
siglo después de Cristo, donde zagales del Cairo le revientan la espalda a
latigazos a hebreos y el ladrillo está por las nubes, motivo por el cual se
trabajaba con arena y barro y permisos de obra que huele a trafico de
influencias.
Una
señora, en una tarde, hizo una cesta de mimbre e introdujo en ella a su bebe,
lanzándolo posteriormente al rio para salvarlo de la forma demasiado bestia que
el faraón tenia de controlar la natalidad en el pueblo (Tampoco me veía yo al
“barbilla escayola” repartiendo profiláctico a sus esclavos, la verdad)
La
cuestión es que el niño después de practicar todos los deportes de riesgos que
se pueden hacer en el agua y a bordo de una cesta de mimbre, llega al palacio
faraonal. Una vez allí, lo recoge la reina consorte y le pone el nombre de
“Salvados por las aguas” pero te llamaremos “Cabesa” por no llamarte “Moisés” o
“kayak Moi”
El niño
crece, junto a su hermanastro Kiruku, y se convierte en un “Toreto” de las
carreras ilegales de carros a caballo, un crack en bromas a los monjes
mariposones del palacio y en el noble arte del ligoteo de delicadas flores del
desierto que parecen cobras.
La
cuestión es que un día, dándose su garbeito por la obra, como de costumbre, ve
como un guardia se empieza a cebar con la espalda de un anciano a base de
latigazos, habiéndose propuesto el firme cometido de quitarle los lunares de
una manera muy bestia. (Los lunares o la columna vertebral, vete tú a saber) Total,
se le pela el cable y lo lanza desde un andamio que no reunía los permisos
pertinentes.
Se
convierte en un prófugo de la justicia, aunque siendo el hermano del faraón lo único
que le iba a caer, si acaso, una multilla y un “Que no se vuelva a repetir”. Pero
el se sugestiona demasiado y pone desierto de por medio.
Se hace
pastor y en su tiempo libre habla con una zarza que tiene el ancho de banda que
ríete tú de la fibra óptica de ONO.
Pasa el
tiempo y vuelve a lo que fue su casa, exigiéndole a su hermano que deje marchar
a su pueblo porque Dios se lo ordenado a través de la zarza WhatsApp.
El hermano no quiere dejar marchar al pueblo del
prota. Porque no, porque dice que la mano de obra judía esta de lujo, que no tienen
días de asuntos propios, ni vacaciones, ni sindicatos pollas, al que tenga
cojones de quejarse lo revientan a patá….
El “Moi”
le dice que con esa actitud de negrero no se puede ir por la vida y se lo hace
ver convirtiendo el rio en sangre, que ríete tu de la escena del ascensor de “El
resplandor”, plagas de langostas que parecían botes de champú “Fa”,
enfermedades y una inspección de trabajo en forma de “Hadouken” que se va
ventilando a todos los niños de los egipcios que no se hayan recogido a las 21:00,
hora local.
Al
final de la película se ve como consiguen la libertad pero el faraón vuelve
como la segunda forma de un Boss Final.
La película
te la recomiendo mucho. Banda sonora estupenda, gráficos de lujo, sale India Martínez
metiendo al niño en la cesta….
Si
pudiera resaltar alguna escena seria cuando “el prota” separa las aguas después
de clavar con saña su bastón en la
orilla. Es muy impactante, emotiva y me recuerda mucho a lo que hago yo, con el
palo de la sombrilla, cuando veo un hueco libre en la Playa.
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