domingo, 24 de junio de 2018

SINOPSIS COJONERAS: "Señora Doubtfire"



Muy buenas, bienmesabes, ¿Qué tal?

Bueno, bueno, bueno….ya empieza a hacer calorcito por la rue y de buen seguro estaréis ya como auténticos pescaitos fritos. Algunos tirando mas para marisco de 80,10 la pieza bogavante.

Ya huele a verano y no es para menos: Mundial en la televisión, canciones que recordaran haber sido escuchadas con la caló, helados, terracitas, cucarachas a mansalva por las calles. Hijas de puta.

¡Let’s vamonó!

La película empieza con un señor trabajando en un estudio de doblaje, poniéndole voz a un canario (Ave, no “muyayo”) tenor y a un gato gourmet en una serie de dibujos animados. Al final se despide por negarse a seguir los guiones establecidos ya que es inconformista y le sobra el dinero y que trabaje su mujer. No entendí muy bien esta escena ni el mensaje. “Persigue tus sueños pero si no tienes donde caerte muerto pues rodilleras de oferta en el Decathlon” supongo.

Entonces va a recoger a sus tres hijos al colegio. La mayor, una especie de Elena Furiase, el mediano, un chaval que intenta poner de manifiesto que el peinado cacerola todavía tiene futuro ya que cuando crece lo hace con una forma muy carismática y la pequeña es Matilda pero sin poderes impíos.

El padre los lleva a celebrar el cumpleaños del cabeza escupidera a pesar de las negativas de la madre por no haber sacado notas over nine thousand. El padre, básicamente, se la viene trotando y acaban celebrando una bacanal con cypress hill, niños bailando encima de la mesa donde se trincha el pavo el día de acción de “thank you” y una cabra que habia bebido mucha agua.

La madre llega y se encuentra ese tomorrowland mezclado con toques de una granja escuela psicotrópica. Enfadada de que si ella castiga a los niños sin postre, el padre les suelte una tarrina de helado de stracciatella por debajo la puerta envuelto como un fardo de coca, le acaba pidiendo el divorcio de esos que pueden durar para siempre.

El juicio se celebra y la cosa queda en que el padre solo podrá ver a sus hijos los fines de semana en que haya eclipse lunar de día. Obviamente el hogar familiar debe de abandonarlo así que debe de encontrar un sitio decente donde vivir y un trabajo. Por supuesto, una asistente social con la cara de un pendrive deberá de inspeccionar que todo está azuquita.

Consigue un piso que tan mal no estará cuando las cucarachas tiene su nido debajo de un diccionario de la RAE (Estamos hablando de “Buenos días/buenas tardes/buenas noches” de manera catedrática). Empieza a trabajar en un almacén de rollo de películas de una famosa cadena convencional americana donde su jefe es el que se vestía de abuelo Monster, creo. ¡Todo mi dinero al abuelo Drácula!

Como no puede vivir sin ver a sus hijos ya que son su vida y eso lo mantiene lejos del suicidio, al enterarse de que su ex mujer está buscando canguro para cuidarlos cuando ella esté trabajando o se esté cepillando a James Bond, decide tener la genialidad idea de travestirse de anciana aprovechando sus dotes de interpretaciones modulares faríngeos.

Le pide a su hermano y a su pareja que la caractericen como Richard Gere como luce actualmente en el 2018, año en el que me encuentro escribiendo este documento. Con un gracioso acento inglés de las 5 y media y unos tacones que desean reventar a patadas en el hígado al cabrón misógino que los inventó, está listo para cuidar a sus retoños y bailar Aerosmith mientras pasa la aspiradora por la que fue su casa, cobrando por ello, tócate los cojones. ¡Chupate esa, mamá de forrest ghump!

La película es una bisisua de un transfondo dramático como es la imposibilidad de un padre de poder estar con sus hijos y comedia desenfrenada a manos de ese payaso entrañable de mirada triste que Hollywood nos brindó y que la vida, con sus problemas injustos, nos arrebató; Robbin Williams. Te fuiste demasiado pronto.

Está, como he mencionado líneas más arribas, Pierces Brosnam que se está intentando beneficiar a la ex mujer del pavo y como tiene el dinero por castigo apunta que va bien encaminado para el coito 007. El prota hace las delicias del respetable puteando a ese carroñero ya sea zurrandole naranjazos a la nuca (¡Head Shot! Musica de Skrillex de fondo) o intentándolo matar con un besugo chernobil hasta las cejas de pimienta (¡Marchando la gamba la jalla!)

Te recomiendo la película porque es trufita sobre nata. Y hablando de nata, hay una escena en que pierde la máscara de octogenaria y para que no sea descubierto en su maquiavélico plan debe de enterrar la cara en un pastel de nata que casualmente tenía en la nevera, ¿quizás para esas visitas que nunca iban a verlo?

No os voy a contar más porque si no la habéis visto, ya vais tarde, lo que me hace pensar que o no teníais sintonizado el antena 3 cuando erais chicos u os criasteis en un mundo sin videoclubs y padres de TCM y Cine de barrio.








domingo, 17 de junio de 2018

SINOPSIS COJONERAS: "Demolition Man"



Muy buenas Bienmesabes, ¿Qué tal?

Bueno, bueno, bueno…Dos semanas sin daros lectura del séptimo arte. ¡Vergüenza de mi!. Las obligaciones han sido imperiosas y bla, bla, bla… ¡como si os importara!
Da igual que diga que he estado ofreciendo mi plasma para aquellos que la necesitan o si he estado ocupado atrayendo a homeless a mi furgoneta con falsas promesas de caldos gallina blanca para sedarlos y vender sus órganos etílicos.
Da igual. Aquí lo que importa es vuestra dosis semanal. No queréis a nadie

La película comienza con John Spartan (Stallone) entrando en una fábrica abandonada, boina en la cabeza que eso da un cague que mete pánico y sabe que va a haber trompás de dejarte sentado con la cadera del revés. EL cometido: Rescatar a unos rehenes que están en manos de un Wesley Snapes totalmente distinto a lo que nos tiene acostumbrado en sus películas de Blade.

Rubio, ojos de distintos colores y un humor que rivaliza directamente con el carácter seco de Rocky. Simón Phoenix (Snapes) es sin duda uno de los villano más carismático que conozco, siempre y cuando escuches de fondo el “Sweet dream” de Eurythmics a la par que lo ves en escena.

La cuestión es que entre patadas, codazos, pelliscos de barberos…la fábrica acaba explotando porque alguien fumó sobre un charco de gasolina antes de que el de la limpieza hiciera el turno. Los rehenes se quedan dentro dando vueltas en el suelo como los Doner Kebaps. Se estaban quemando y murieron. Fue horrible pero más se perdió en Cuba y vinieron cantando.

Al terrorista lo condenan a la primera prisión criogenizada de la historia con la certeza que en el futuro cuando lo pongan en el fregadero para descongelarlo, como hace mi madre con las acedias que compra cuando hay un desove bueno en la plaza y tenemos pescado para tres meses, se haya rehabilitado con éxito.

A Spartan también lo condenan a la misma pena por su comportamiento temerario que costó la vida a toda una excursión a la granja escuela de un colegio de los Salesianos.

Salto temporal, pasan los lustros y con ellos los siglos. Nos encontramos en un futuro totalmente afeminado, cuyos locales del lugar no han visto una pelea irlandesa en un bar en su vida. Es más, no tienen ni idea lo que es un bar. La policía tiene menos trabajo que los protagonistas de la canción de “amigos” de Amaral. Van a trabajar porque pretenden amortizar el tiempo de estudio de unas oposiciones anodinas y más aburridas que  un botijo con un ábaco.

Ese futuro lo regenta un señor vestido con kimono y que contribuye a que los que quieren que la sociedad sea un concierto de los Leños, sigan en el subsuelo comiendo hamburguesas de ratas, cervezas calientes y más “deprorables comportamientos” en lugar de que puedan exportarlo a la superficie.

La cuestión es que toca darle el alta al Simón y este se escapa llevándose a unos pocos por delante, porque, digamos, se estaba haciendo pipí.  La policía no consigue detenerlo porque son más inútiles que la azafata de la “Ruleta de la suerte”. ¡Sabemos que las letras se giran solas!

Por tanto, deciden descongelar a Spartan para que le de caza al que es de su misma quinta.
Cuando lo sacan de la criomierda esa, descubre un futuro sin Malboro, sin alcohol, sin polvos sucios y desenfrenados y sin palabrotas después de un martillazo en el dedo gordo mientras intentabas poner un cuelga fácil para la orla de graduación del pequeño.

Cuando el poli se atavía con el uniforme de funcionariado 2.0 lo que viene a  partir de ahora son leches condesadas con puños, violaciones de estatuto de moralidad verbal a saco y tres conchas para el aseo intimo después de defecar. ¡El papel higiénico da gonorrea! No recuerdo si hay bidé en ese futuro “Hello kitty”

¿Qué hay más varonil que un señor que derrocha testosterona como el grifo de un patio de recreo y te hace calceta? ¡Ya os lo digo yo, nada!

La película es una de mis favoritas porque engloba las cuatro cosas que me apasionan del cine de los 80.
-Humor negro
-Acción Hollywoodiense
-Violencia gratuita.
-Gilipollas sufriendo los cuales no se han ganado la simpática del espectador.

Te recomienda esta maravillosa pieza, donde enfrenta dos pesos pesados de las películas de tirita y betadine,las cenas de gala en el "pizza hut" y los juegos de "Simon dice"