domingo, 18 de diciembre de 2016

SINOPSIS COJONERAS: "Taron y el caldero mágico"



La película narra como un señor, que era más malo que los garbanzos con acelga en ayunas y rey de un país, se cae en un crisol que contenía hierro fundido mientras jugaba a la rayuela con su ahijado. Como era tan “malaje”, su espíritu no dijo “Adiós titi” sino que tomo la forma de un caldero de 3 metros, de un color negro como el futuro del “cara anchoa”. Total, durante siglos y siglos, hombres malvados buscaron el caldero para hacer un “potajito” de maldad y dominar el mundo o invitarlos a comer, una de dos.

La historia nos sitúa en la piel de un mancebo de granja con un cuajo más gordo que los niñatos que intentan poner la botella de Fonvella de pie. En la granja vive con Paco Umbral y una cerda con el B1 de “repocilge” y adivinación.

Una mañana, la cerda se levanta más nerviosa que Concha Velasco cuando solo le queda un“Indasec” para todo el día y, lógico, se acojona tela, haciéndole ver a sus dueños que una cosa “mu” mala se cierne sobre ellos. Resulta que un esqueleto engañado (Por tal cornamenta que lleva sobre la testa) y ataviado con un abrigo de Donatella Versace, quiere hacerse con la cerda para que esta le diga dónde está el caldero escondido. En el siglo XXI recurrimos a un perro en “Rastreator” y en  el Medievo acudían a una cerda. No intentéis encontrarle la lógica.

El niño del “plomillazo” pone rumbo, con la cerda, al bosque donde más atracos se producían. ¡Bravo licenciado! Allí, se encuentra con un una mezcla de Bichón Maltes antropomorfo y un señor de Cuenca, que parece haberse pasado toda la tarde jugando con una bombona de helio.

La cerda es secuestrada por dos dragones de khaleesi y llevada al castillo de verano donde reside el esqueleto glamuroso y cornudo. El chavalín consigue infiltrarse en el castillo, con tan mala suerte que todos los soldados estaban de fiesta porque era la jubilación de Leocadio, el carcelero. Consigue encontrar y salvar a la cerda, pero durante su misión es apresado por Willem Dafoe, y encerrado con una rubia muy bonica y el hada que le gritaba “¡Ey,Listen!” a Link.

Durante su cautiverio y posterior fuga, conocen a un juglar octogenario con un arpa mágica, al que estaba a punto de torturar pero, como es una peli Disney, lo liberan antes de que el suelo se llenara de la sangre del Paco de lucia finolis. Encuentran también una espada mágica. ¡Que novedad!. En esta puta película os daréis cuenta de que todo es mágico: Una espada mágica, una cerda mágica, una burbuja mágica, un arpa mágica... Había también un San Jacobo mágico llamado Agustín y concedía deseos con su queso caliente, pero en post-producción fue eliminado y sustituido por una enjambre de elfos que vivían debajo de un charco. ¡Un acierto!

A lo largo de su travesía se encuentran con un trió de brujas: Paz padilla, Mariví Bilbao y Tete Delgado. Esta última intenta, en innumerables ocasiones, empotrase al juglar.

La película es una de las más flojas de Disney y el audio en Latino no le hace ningún favor.  Demasiado ñoña, situaciones que se pueden evitar y existe una relación de odio-linchamiento con ladrillos de solares hacia el protagonista, porque no te puedes creer que se pueda ser tan subnormal en la vida sin cobrarlo.

Si pudiera resaltar alguna escena en la que tu digas  “Esto es paté y me lo unto” pues diría que no hay ninguna. La película es tan absurda que no existen escenas que pasen a la posterioridad. Mas que película, la catalogaría como un puente para ayudarnos a cruzar entretenidos al siguiente clásico que se estrenaría después de este: “Basil, el ratón supe detective”.


Bueno, hay una escena en que la bruja “tierna” entierra al famélico juglar entre su “tetamen” y para los más enfermos de la casa, es material que dar para una triste “pajichuela”.  

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