Muy buenas bienmesabes, ¿Que tal?
Espero que bien y que sepáis perdonar a este pobre devoto de ustedes, por mi falta de asistencia la semana pasada. Las obligaciones son las que son y cuando la inspiración se va de puente con su madre, para subir cosas con las que no he estado cómodo escribiendolas y no me termina de convencer el resultado, siempre hay tiempo.
Espero que la elección de mi viñedo cinematográfico haya sido acorde a la exigencias de cada semana. Agarraos los machos,a las hembras y fumar, fumar todo lo que queráis.
La película comienza con una pareja de politoxicómanos
hablando del pelotazo del siglo que supone pegar palos en cafeterías a primera
hora del mollete con tomate. Acto seguido, un beso apasionado y declararse su amor,
se suben en lo alto de la mesa y con una líneas de Valle-Inclán, solicitan al
populo que se desprendan de sus objetos personales, sopena de acabar con
calibre 38 en pecho, costilla e ingle.
Créditos iniciales de un bajo tocado con una
radial y posteriormente, el “Jungle Booguie” en la radio.
Dos hombres (uno blanco y otro afroamericano)
hablan en un coche camino al trabajo sobre el sistema métrico de no sé qué
polla de hamburguesas con mayonesa. Van vestido
como los vendedores de seguro del OCASO (El sol de la tranquilidad)
Conversación anodina para lo que viene.
Aparcan el coche sacan del maletero sendas
pistolas, calibres 45(la cosa va de caharras) y continua la conversación de
besugo sobre la mujer de su jefe y su faceta de actriz frustrada en los pilotos
de series que duran menos que una empanada en supervivientes por falta de audiencia
o porque es de Telecinco y no la produce Jose Luis Moreno.
Acto seguido entran en un piso de estudiantes
y se hacen con un maletín donde han metido a una bombilla que ilumina a todo
aquel que lo abre. Oír el comienzo de “Super trouper” de ABBA al abrirlo hubiera
sido azuquita.
Acto seguido, después someten a un
interrogatorio a uno de ellos donde la palabra “No” es tabú. Después de que el negro
recitara lo que tenía preparado para la boda de su hermana esa tarde, ambos
enchaquetados vaciaron el cargador en pecho y espalda de ese muchacho en
presencia de su hamburguesa. “Este
tiroteo ha sido patrocinado por la Gran Hamburgueseria kahuna”
Cambio de plano y enfocan la cabeza de un tío
con una tirita en el pescuezo. En el otro lado de la conversación, Bruce Willis,
interpretando a un boxeador que debe de rendirse en un asalto que versa sobre
el 1 y el 48.
Aparecen los personajes del comienzo vestido,
esta vez, de domingo de Barrosa y cala del aceite. Explotío neuronal con doble tirabuzón
del hipotálamo, pélalo tú que tienes uña.
Resulta que uno de ellos, tiene que sacar a
la mujer de su jefe porque este se va de viaje de negocios. La cosa es
sencilla: Cena, un baile, un disco de “rumba tres: que tiene tus ojitos que me
vuelven locos” y para casa.
En esa velada hubo más coca que la graduación
de bachiller de un colegio de La línea cuando el profe de biología dice que
invita a la primera ronda de chupitos de Jagger.
El protegido había pillado un poco de “Spirit,
el corcel indomable de la vena” y la piba lo confunde con perico. Resultado:
Sobredosis grado over nine thousand y corriendo para casa de un practicante que
pone las jeringuillas de adrenalina marcha
atrás y ya en posproducción lo arreglamos.
Bruce Willis no solo no se rindió sino que reventó
a su contrincante a mascá limpia, enterándose una hora después por la COPE. Lo
que viene ahora son relojes en el recto durante la segunda guerra mundial, atropellos,
pistolas que se disparan en la cara de Malvin por coger por carreteras mal pavimentadas,
katanas, y la sana costumbre de practicar el Medievo con anos ajenos. Recordar
que todo esto se debe de hacer bajo la atenta mirada de dos negros empapados en
crack.
Volveremos con nuestros traviesos amigos de
la cafetería que hablábamos al principio ya que las historias que nos presentan
individualmente en cada plano, luego tienen una conexión entre ellas con 2 GB y
100 minutos gratis. ¡Amena, así de claro!
Hay un señor que soluciona problemas y que te
dice que está a 20 minutos donde tu estas y te llega en 10(Vuela bajito con el
coche). Parafraseando a Manuel Manquiña: “Profesional, muy profesional”
La película es una de las grandes
incomprendidas del cine. Algunos no la entienden muy bien y se limitan a
quedarse con el trasfondo, la violencia semi-gratuita y los diálogos que es la
mano del rey midas en la entre pierna de un adolescente que ya sabe manejar el
Google.
En mi opinión, esto es trufita sobre espejo
de caramelo a los tres chocolates. Quentin Tarantino fue escalando en el pódium
de sus obras y esta, después de “Recervoir Dogs” fue la que dio el pistoletazo
de salida a una corta y selectiva filmografía como director que ni mi madre
cuando hace la comida del cabrón.