viernes, 31 de agosto de 2018

SINOPSIS COJONERAS: "Monstruos S.A"


Muy buenas, bienmesabes. ¿Qué tal?


Bueno, bueno, bueno…. ¿Qué? Estaréis más morenos que Kunta Kinte, seguro. Aunque tristes porque el mes de Agosto está llegando a su fin y los anuncios de la vuelta al cole acechan con salir en cualquier momento, si es que ya no lo han hecho. Sinceramente, yo los odio, y eso que tengo la edad de estar cobrando el paro. Además, esa canción que tarareaban en mis tiempos era como un réquiem satánico. “Vooolver a empezar, ootra vez” y ¡pum! Galleta María dorada al televisor porque siempre me pillaba desayunando.

En conclusión, espero que hayáis disfrutado de un verano grandioso y que estéis dispensando vuestra propia cecina de la espalda.

Hacía tiempo que no os traía lectura pero como humano terrenal con derecho al descanso, también he estado rebozándome en la arena ya que del blog no vivo muy a mi pesar.

La película comienza con unos padres acostando a su hijo. Son las 22:00 y es entendible que quieran tener un momento de paz para tomar unos finos y pasar la noche en vela, simplemente, para ver amanecer. ¿Que romántico verdad? Pues que no os confundan porque van a follar como piojos en la cabeza de un peluche. Va a ser sucio, taimado y consentido.

La puerta del armario se abre y el niño se está oliendo que puede ser. Dice la leyenda que hay monstruos sueltos por casas que durante la noche hacen las delicias de los amantes de los niños blancos como chinos con diarreas.

Nada más lejos Santurce. Se trata de un pequeño simulacro que el presidente de la empresa más prestigiosa de sustos de Montruopolis (A 500 km de Molinos de papel, Cuenca), encargada de suministrar energía a toda la ciudad a través de los gritos de los niños (Algo así como Endesa, Hiberdrola o Gas Natural pero sin Felipe González como miembro del consejo pero si con otros monstruos al fin y al cabo) ha puesto para instruir correctamente a sus empleados.

El presi es una especie de centollo moro vestido como Willy Fog y con la voz de Miguel Ángel Jenner.

Los protagonistas son una manta de pelitos de tres metros y un globo terráqueo con un solo ojo y cuernitos de leche.
Digamos que el pelánganos es el “master of zustos” y el chiquitico es el que lo entrena ya que uno tiene el talento y otro la teoría que hace falta para hacer que un niño haga rico a los de Dodot.

Después de un entrenamiento mañanero y contemplar el nuevo comercial de su empresa que rivaliza con la calidad de “compramos tu coche.es”, marchan al trabajo como buenos currelantes o funcionarios, ya que no se si su trabajo por oposiciones o de echar curriculums.

Allí una jornada normal de trabajo consiste en lo siguiente:

-Cansinos papeleos a entregar a la babosa de administración para obtener una serie de puertas.
-Puertas que conducen al mundo humano, concretamente a una habitación de un niño del planeta tierra.
-Entrar en la habitación del niño.
-Asustar al niño.
-No dejar que el niño te toque. ¿Habéis visto “La Roca”? Pues como si unas de las bolitas verdes te tocara es como te quedas si el niño te pega un chipilín.

*Si no la habéis visto, vedla y ya hare una Sinopsis al respecto.

-Embotellar en bombonas habilitadas los gritos de los niños.
-Retirar la anterior puerta.
-Traer otra nueva.
-Repetir hasta que se haga de noche.

En verdad está muy entretenido porque hay como una especie de puntuaciones conforme trabajas y hay cierto pique entre los asustadores, nombre que recibe este colectivo que se juega la vida para que en la ciudad se pueda ver Netflix.

El antagonista es una especie de salamanquesa con las habilidades típicas de un camaleón convencional.  Quizás su capacidad de dar miedo es que nadie está acostumbrado a ver una lagartija de metro 80. Yo me asustaría porque no la ves venir y no sabes las malas ideas que trae.

La cuestión es que una niña se cuela en el mundo de los monstruos y siembra el caos como si desataras un lazo amarillo que se encuentra  en una farola de Barcelona. La niña juega en otra división y no es consciente del poder que ejerce con el miedo contra los monstruos ya que se mueve entre ellos más feliz que Michael Robbinson comiendo percebes.

Los protagonistas le dan asilo y piensan la manera de devolverla a su habitación antes de que los padres le den el beso de buenos días.

Aquí la cosa se trunca de varias maneras, alejando a la niña cada vez más de su camita y si parpadeas te puedes colar en el siguiente mundial sin darte cuentas.

La película es un puntazo y nos hace entender que los monstruos no se escondían debajo de la cama debido a que el negocio de los Canapés dificulto la proliferación de su actividad lucrativa. Su territorio paso a ser los armarios pero en España tenemos un invento el cual los Americanos carecen: Los armarios empotraos  con cajoneras.

Estamos hablando de un porcentaje de albergar en su interior a un monstruo, teniendo en cuenta el síndrome de Diógenes que tiene un groso de la población española, 0% y bajando paulatinamente.

Te recomiendo la película  no solo porque entre el prota peluche  tamaño de la tienda “Teddy” y la niña nace un vínculo de amistad y amor que te hace ponerte tonto sino porque fue la primera película de Disney que hizo la conversación de pesetas a euros de la multa en el aviso de copyright del principio que traían todas estas películas.

Al final de la pelicula podras disfrutar de un pequeño corto en el chiquitujo se compra un pedazo de coche que no se donde carajo va ese "guerrero de la basura" con tanto coche.

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