Aun
recuerdo ese año que, volviendo de una fiesta de año nuevo, cogí por el camino más
corto y directo para mi casa, para evitar encontrarme con conocidos a los que
felicitar el año nuevo en un avanzado estado de embriaguez.
Vivo en
el centro y tengo la inmensa suerte de tener varios establecimientos a mano.
Uno de ellos es una farmacia. Recuerdo que, a pesar de ir en modo “Esquivar
losas” y mi tozuda insistencia de ver todo doble, me percaté de algo que pasará a los anales del libro. “Recogidas de fiestas; Tomo:1”
Una
cola kilométrica en la farmacia de guardia, mencionada líneas arriba, ocupaba
la totalidad de la acera. Para conseguir llegar a mi casa y encontrarme con mi
fiel compañera, la cama, debía de atravesar esa muralla que, únicamente,
parloteaba la misma, repetitiva y simple frase: “Hola, buenos días,la pastilla
del día después”
Iba con un amigo. Entre
los dos, en ese momento, no sumábamos ni medio raciocinio, y teníamos la
imperiosa necesidad de darle a la noche
un final mas chistoso que el típico : “Feliz resaca,tenga usted” ,por ejemplo.
Recuerdo
que hacia mas frió que la cueva del Gormiti de Hielo y, a pesar de no haberlo
dicho en ningún momento, mi postura inclinada, mi cuello de la chaqueta hacia arriba y mis manos en los bolsillos, me delataban.
Mis
sentidos beodos reaccionaron, sorprendiéndome, y descifre el motivo de tanto
joven concentrado en esa farmacia. El patrón era siempre el mismo: Parejas de
chicos y chicas. Pensaba que era mucha casualidad y que, quizás, algunos estarían pidiendo un Parazetamol, otros pastillas Juanolas,Vetadine...Las dudas se disiparon cuando atravesando esa muralla
EMBARAZOSA, pude oír la repetitiva frase que pronunciaban los chicos, entre
dientes y con arrebol en las mejillas.
Listo y
preparado para hacer la “primera” del año , que a esa hora(8 de la mañana) y de
ese año (2011) solté un estruendoso:
¡SI
TENÍAIS FRIÓ EN LA POLLA HABERLA METIDO EN UN TERMO!
Corrí
como si no hubiera habido un mañana y llegue a mi casa sudado y taquicárdico.
Sin duda alguna, la ingesta de alcohol y una mini Spartan race, no fueron buenos
idea combinarlas la misma noche ,o mejor dicho, la misma madrugada.
Hasta
la fecha, sigo pasando por esa farmacia, siempre que me recojo, sea fin de año
o no. Por los viejos tiempos, me debo a ese lugar.
Con respecto a los jóvenes de esta historia,simplemente he de decir que...
¡Feliz
año a todos!