Muy buenas, Bienmesabes. ¿Qué tal?
Feliz domingo a todos. Espero que la semana
os haya sido leve y estos benditos días de relax que se pactaron por decisión divina
os haya revilitalizado el cuerpo y la mente.
Aquí me encuentro escribiéndoos unas líneas de
humor para vosotros mientras tengo a los “Eart, wind & fire” de fondo. No
pienso quitarme la bata en todo el día.
Bueno, la película que os traigo hoy es un
compendio de lo importante que es estudiar una carrera universitaria y que seas
el mejor en tu trabajo no implica que lo que hagas este bien. Hoy vamos a
hablar de “Un ciudadano ejemplar” Donde pagar el IRPF no está reñido con ser un
sádico que le da matarile a todo dios.
La historia comienza con el protagonista;
Leonidas con un afeitado apurado y jugando al TecnoNova mientras que su hija
pequeña se inicia en el mundo de la bisutería a 1euro la pulsera. A esto que
llaman a la puerta a la hora de la ruleta de la suerte, justo cuando Jorge está
dando la pista del panel con bote.
El señor abre y recibe un “buenas tardes” en
forma de un batazo “José Canseco” en la frente por parte de un individuo con cierto parecido
a Santiago Segura en “El día de la bestia” pero pelirrojo y enemistado con el
aseo personal.
Iba acompañado de un chaval que su intención era
entrar, coger cosas como si no fueran suyas y salir calle abajo gritando “Soy
una salchicha Oscar Mayers” para despistar.
El del bate le gustaba recrearse así que después
de amordazar y maniatar al prota y a su mujer, los trincha con una navaja para
ver si estaban tiernos. La niña pequeña se llevo la peor parte porque el
asaltante resulta que era un amigo de la infancia. Un pederasta, vaya. ¡Lamentable!
A diapositivar.
A diapositivar.
El caso es llevado a los tribunales y vemos a
Jamie Foxx interpretando a un abogado que está en racha. No ha perdido ningún
caso desde que su madre le dijo de pequeño “Porque lo digo yo” sin posibilidad
de un contra alegato, protesta o impugnación de sentencia. Juró ser el mejor y
vengarse ante la tiranía de todas las madres con babuchas de latón soldadas a
las manos.
Lleva el caso del señor que fue asaltado en
el párrafo anterior y que logró sobrevivir al mismo. Aun así, estaba tocadito
de la cabeza porque ver morir a tu familia te deja el cuerpo cortado.
La cuestión es que el abogado, por miedo a
perder su score y que una macha en su historial no le permita ingresar en el
club Premium de Amazon, prefiere llegar a un acuerdo con la parte contraria antes
que perder el juicio. El trato consistía en que el perpetró los asesinatos
cumpliría una condena de 10 años y su cómplice iría al corredor de la muerte
por 5 candelabros, 2 lladros y “mujer comiendo chirimolla en Santa María del
mar” con marco de roble de fuelle. ¡La justicia norte americana, amigos!
El padre y marido de esa familia destrozada
por un crimen que no iba a recibir la pertinente justicia, observa como el
asesino de su hija y mujer estrecha la mano de su abogado. Tras lanzar una
mirada que ni mi padre cuando le enseñaba las notas del segundo cuatrimestre,
se aleja y se pierde entre el transito neoyorkino. Si le pones de fondo la
canción “El puente”, le quita hierro a la escena ya que sería maravilloso
viajar hasta Mallorca.
Transcurren 10 años y van a justiciar con una
inyección letal al cómplice. Lo que se suponía que tenía que ser indoloro
resulta ser como un parto de octillizos con una epidural caducada cuando el
esperma es de Pedro Almodóvar. Mas espasmos que yo cuando veo a la cucaracha
abrir los alerones y empieza a coger altura. ¡Horroroso!
La siguiente escena nos posiciona en casa de
esa joya de persona, el nuero que toda madre quiere tener, esnifando talascazos
de coca con una prostituta en un una cama sin patas y sin cabecero. Colchón, únicamente.
Recibe una llamad a su móvil y le dicen que
salga echando albaricoques por la puerta porque la policía va a por el por ser
sospechoso del asesinato de su compañero.
Al final consigue huir de sus perseguidores y
se encuentra cara a cara con el prota. Me esperaba un momento telenovela
colombiana tal como “¡Yo soy tu padre Francisco Abelardo!” pero en lugar de eso
lo seda y se lo lleva a un taller donde pasan las ITV.
Una vez allí y maniatado en una camilla
improvisada le dice que el kilo de codillo va a estar de oferta en la
carnicería del barrio. Después de encender una cámara de video (para tener un recuerdo y en un futuro ver las mejores amputadas), coge una radial
y se encarama a la pierna como un gordo a un toblerone tamaño orfanato.
Más tarde la policía encuentra el cuerpo
desmembrados en miles de trozos y listo para ser introducidos en los fascículos.
El taller estaba como si dos celadores hubieran hecho guerra de bolsas de
plasmas en una habitación de hospital después de haber abusado del Éter. Olía a
hierro que tiraba de espalda e incluso un becario se resbalo y se cayó de boca.
Al día siguiente pidió traslado y ahora renueva D.N.I.
Entonces detienen al prota como principal
sospechoso ya que tenía motivos más que suficientes para llevarse por delante
de una manera tan animal a los dos delincuentes. Sabía que iban a por el así
que antes de que llegaran se desnuda completamente, estando en “culi-pishi”
cuando lo hacen y es una escena muy necesaria.
A partir de aquí, la película toma una
dirección esférica hacia el declive abismal de una persona y de un sistema
judicial, mostrando la oscuridad e intelecto del prota que es trufita sobre
papaya.
La interpretación de Gerard Butler es
colosal, Jamie Foxx es apoteósico, un señor con gafas es miope…
Te recomiendo esta película si te gustan las
manualidades, si crees firmemente que la venganza es como el gazpacho y porque los chuletones de cerdos en la cárcel son
tetas de novicia.
Dedicarle esta publicación a un compañero de estudios jurídico-laborales con el cual comparto este bendito veneno por el séptimo arte y siempre me esta asesorando para que me nutra de buen cine.
Muchas gracias P.R.N
Dedicarle esta publicación a un compañero de estudios jurídico-laborales con el cual comparto este bendito veneno por el séptimo arte y siempre me esta asesorando para que me nutra de buen cine.
Muchas gracias P.R.N
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