Bueno,
la película transcurre en un bosque donde los animalitos están de júbilo y celebración
porque ha nacido el primogénito de la familia real que se estila en ese bosque.
Hay que
dejar claro desde el principio que la familia real de la reserva son una
familia de ciervos, lo que es un poco contradictorio en un bosque, porque puede ocurrir
que venga un oso golpista, reviente a la familia cornamenta y la película pase
a llamarse, yo que sé;”Teddy” por ejemplo.
Como
iba rebuznando, los animalitos se concentran alrededor de la hembra parturienta
que tras haber dado luz a su hijo, lo ayuda a que se pusiera en pie y anduviera
unos metros para lucir los buenos genes. El resultado era lo más parecido a una
mujer andando después de haber tenido una ristra de orgasmos. Acaba de nacer, ¿Qué
os esperáis?
El
padre de la criatura, excelencia, guía y luz de la existencia y rey del Coto de
Doñana, es un ciervo majestuoso que se
pasa más tiempo en la colina intentando coger WiFi que en criar a su propio hijo.
El
cervatillo crece y su núcleo de amistades se ve compuesto por: Un conejo con síndrome
de abstinencia por haber dejado las zanahorias con pesticidas y una mofeta
amanerada con nombre de suavizante.
También
hay un Búho a lo Moncho Borrajo, bipolar que aconseja al grupo de amigos sobre la vida y lo hijo
puta que hay que ser para cantar “Llego la primavera” a las 8 la mañana.
La cuestión
es que llega el invierno y todo se cubre de nieve como el parqué de la casa de Maradona.
Madre e hijo salen de la cueva para comer una escarola rezagada que quedaba en
el pavimento blanquecino. Mientras le dan al “muerde” la madre oye un ruido que
le deja con el culo al relentí.
Resulta
que Genaro y Ambrosio, dos amigos de la infancia y cazadores amateurs, se levantaron esa mañana con ganas
de comer un cervatillo al horno de leña. ¡Pum! Perdigonazo a la progenitora y se
acabo comprar regalos para el día de la madre.
En esto
que el padre aparece para dar apoyo moral a su hijo huérfano y con el tacto típico
y propio de un mandril enfarlopado cuando le quitas un plátano por la parte de
los cojones a las finas hiervas, le dice que se deje de tonterías, que esto es
Doñana y aquí hay que “mamá”
El
cervatillo crece y se convierte en un bicho considerable para un desayuno típico de una peña de mus y con un prototipo de percha del Ikea en la cabeza. A partir de
aquí, se enamora, se pelea con un ciervo gitano, le pegan un tiro(siguiendo
con la tradición familiar) mientras el bosque está ardiendo…bueno, el pan nuestro
de cada día.
No te
voy a engañar, la película esta flojita y no hay chicha suficiente para que tu
digas” ¡Oh, dios mío¡ ¿Cómo pude vivir sin este chollo?” Aun así, los cachondos directivos de Disney se atrevieron
a hacer una secuela que no tuvieron valor ni de estrenar en la gran pantalla.
No es de muy aragüeño, que queréis que os diga. Pero eso ocurrió y "forocoches" lo permitió.
Si
quieres verla, hazlo, sino puedes llegar a tener una carrera y un futuro. El final
es algo que te esperas porque confías en que el bueno gana, los malos sufren y el
amor triunfa, pero es sorprendente como la mofeta amanerada nos da toda la coba
durante el film cuando, a final de este, se cuela con un hijo biológico es la última
escena. ¡Master troll!
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