La historia
va de un niña pelirroja, que parece que ha metido la cabeza en un puchero de kechu, mitad tronista de “Hombre, mujeres y viceversa” de cintura para
arriba y mitad esturión de cintura para abajo. La cuestión es que está loca del
mejillón por ir a la superficie a pegarse un garbeo y hacer castillitos de
arena a la orilla de una playa.
Sus
mejores amigos son un rodaballo que es hincha del Cádiz F.C, un cangrejo exiliado
de Cuba cuando Fidel Castro había llegado al poder y una gaviota que le aconseja
a la niña que peinarse con un puto tenedor es una buena idea. El padre de la
chiquilla es un Moisés hipermusculado, con un tenedor más grande que el que tiene
Chicote en la cabecera de “Pesadilla en la cocina” ,el cual le tiene prohibido
a su benjamina que vaya a la superficie porque los humanos tienen muy mala idea
con los arpones.
Como la
prota hace lo que le sale de la pecera, sube una noche a tomar la fresquita y
se queda prendada de un marinero que toca la flauta travesera con mucha aje. Esa
noche se ve que saltaba un poquito de levante y la mar estaba picá, así que el
barco donde viajaba el joven se va a tomar por culo y la pescailla tiene que
zambullirse para que el zagal no se acabe ahogando casi al principio de la película.
Estaría feo.
La
tormenta cesa y llegan a la orilla de la playa tras haber naufragado. El chavalín
estaba inconsciente y en “belen con los pastores” ya que había tragado mas agua
que Andrés Pajares en un After. La sirenita, lumbrera ella en toda su apología a
los actos inteligentes, en vez de hacerle el boca a boca y tener una excusa
para comerle el boquino al pibe que le ponía burra, prefiere cantarle una
Tonadilla con la esperanza de revivirlo. ¡Olé tu!
La
muchachita, tras haber salvado al marinero de luces, empieza a tener tortillitas
de camarones en el estomago, a cantar en voz alta, nadando de manera torcía, chocándose
con todo el mundo y preocupando a los familiares que tenía a su alrededor
El
padre se entera que el pretendiente de su hija es un “piernas”, así que la
castiga sin salir un mes. A ver, sin salir a la superficie no, eso ya estaba
prohibido desde siempre. Yo que sé, salir a nadar hasta los corales y volver.
La
niña, como estaba en la edad del boquerón, se enrabieta y va a pedirle ayuda a
un pulpo con el cuerpo y la cara de “la Veneno”.
Como la
“pulpa” tiene la FP de brujería, le hace un conjuro a la niña y le pone unas
piernas de anuncio de depilación de Nivea. La bruja no tenía ni un pelo de
tonta y le hace firmar un contrato para no pillarse los dedos y en caso de que
en tres días no consiga trajinarse al príncipe, volverá a ser sirena, muda y
encima trabajando para la gallega para los pa siempre. (Quéjate de los Bancos
ahora)
Pero debido
a que no tenía ni un aval ni nomina para pagar las piernas, ya que era
estudiante, tuvo que dejar como pago su voz, ya que era lo más valioso que tenía
en ese momento. Bueno, también tenía las tetas pero era consciente que sin
ellas ahí arriba no iba a hacer nada.
La película
es una mezcla de sentimientos Gongorianos por un intento de querer desear un
amor imposible y el tabú reminiscente de la sociedad de la Atlántida de hablar
de la receta de la hurta al horno. Te recomiendo que la veas si no lo has
hecho, ya que la gaviota canta como una cabra despeñá y ella se cree que lo
hace bien. Para mi, tu ves eso y ya reconoces quien es el que da el caché a la película.
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