“Sé que es la película favorita, por
excelencia, de un buen amigo mío Espero que os
guste esta critica que va con el corazón,dedicada a ti,
amigo, y a todos los momentos en un bar recitando como papagayos sus diálogos entre risas”
La
película comienza con unos garabatos animados, hechos, posiblemente, por un
resucitado Picasso con serios problemas al pope maya de contrabando, en un trasfondo
de ensueño y con la voz del Gran e ilustre Sergio Dalma cantando de fondo. Pon ensaladilla de cangrejo para comer y ya tenemos una estampa de ensueño.
La sincronización
de los movimientos son dignos de un casting de Fama por la mañana, empalmando
con una noche de fiesta en las barranquillas.
Personalmente,
está tan bien conseguida esta escena que puedes quitar el audio y poner
cualquier otra canción, como por ejemplo, una de Daniel Magal o Demis Roussos. Ahí
es donde reside la magia de DreamWorks por la parte de mis cojones al baño María.
Después
de esta intro sicotrópica, la historia nos centra en la España en 1519, donde
un señor con peinado a lo cacerola y con más mala hostia que Fernando Fernán Gómez
en las tomas falsas de la película “El
abuelo”, se prepara para embarcar con intenciones de colonizar el nuevo
mundo y comprar el pan a la vuelta.
En un
callejón están dos “pichabravas”, uno rubio con la media melenita a lo
virtudes y que toca la bandurria que
ríete tu de Pollito de California, y otro moreno con coleta, con pintas de
cuando Pablo Iglesias estaba en COU pero en guapo. Ambos juegan a los dados con unos marineros.
Ganan,
aparte de una pechá de maravedisis, un mapa que muestra lo que puede parecer los caminos de la tierra aun no descubierta de
“El dorado” o el trabajo final de la asignatura “Plastica” de un niño de
primaria. La cuestión es que son descubiertos haciendo trampa durante el juego
y tienen que salir por patas para no ser encarcelados por fraude público y arrollados
por un Toro.
Entonces se esconden en unos barriles y son
embarcados, por equivocación al barco donde se encuentra el “pelo cacerola” del
principio. Enfurecido este último, los encierran en la bodega con promesas de
latigazos y una vida de esclavitud al amanecer.
El dúo dinámico
consigue escapar por la noche y en su huida se llevan el caballo del sádico líder
del barco. No se sabe si era para tener un recuerdo o para que el dueño se tuviera
que joder y que la travesía la hiciera a pie.
Después
de días a la deriva en un barco sin la ITV, sin provisiones y alimentándose de
gaviotas que iban a espicharla mar a dentro, consiguen llegar a una isla.
Comienzan
a explorarla en busca de oro(Lo más normal que puede haber en una isla
abandonada.)La película alterna canciones interpretadas por Sergio Dalma con
las polladas varias que hace un armadillo, que es lo que verdaderamente le da caché la película.
Zipi y
zape se encuentran con una indígena híper buena y que tiene más guasa que la tía
borracha, guapa y soltera de la familia, la cual le tira los tejos a los amigos
del sobrino en su cumpleaños. La siguen
y son conducidos a una urbanización de unifamiliares, donde el presidente es
Falete con la voz de Morgan Freeman.
También
hay un párroco algo trastornado que esta obsesionado con los sacrificios y los
poleos menta. Él mismo, en su locura, confunden a los protas con Dioses
sedientos de sangre y toda la comunidad se suma al pensamiento del “cojones”.
La indígena
empieza a tirarse al moreno de manera salvaje y a pelo, y el rubio comienza a
sentirse agusto y querido en esa tierra, pensando que en España no eres nadie por
no tener la FP terminada y se bandurrista a media jornada.
Os la recomiendo
mucho porque la película es una obra de arte y no solo por la intro, que también,
sino porque hay una escena en que están los chavalines de guateque, el caballo
se emborracha..
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