¡Buenas,
que tal Bienmesabes!
Espero que
el jalogüin lo hayáis pasado asustando señoras mayores, por las calles, donde
las farolas parpadean, como Dios manda.
Si hay
algo que se ve siempre un 31 de Octubre son monstruos. El hombre lobo, Frankenstein,
la Momia, Montoro ( bueno, este se ve todo el año)…Y el conde Drácula.
Por eso
la cosa hoy va de Vampiros en honor a los dos últimos monstruos de la lista.
La
película comienza con una mujer embaraza tumbada en una camilla de hospital
mientras se desangra por el cuello. Provenía de un cotillón por lo que nos hace
pensar que no fue lo suficientemente rápida en hacerle la cobra al baboso
motivado que le dio ese chupetón sanguijuelico.
Salto
temporal.
Hay una
parejita en un deportivo que conduce saltándose todos los semáforos en rojo..
Ella es una bomba sexual y él un virgen absurdo que tuvo suerte en Badoo. Se
dirigen a una fiesta que unos amigos de ella dan en una cámara frigorífica con
toda la peste a corzo. Alquilar locales es cosa del pasado, pichorras.
Antes
de entrar, la chica le dice algo en un extraño idioma al segurata que está en
la puerta. Quizás era la contraseña. En plan, el portero dice: “Colillo” y ella
responde “Churrasco” y ya sabe que esta viene a lo que viene y para dentro. No
sé, es una teoría.
Dentro de la cámara hay una especie de cotillon
chusco y un DJ que tiene en las orejas una linternita parecida al que llevaba
el juguetero que arregla el brazo de Woody en “Toy Story 2”
La música que sonaba tenía tres acordes que se
repetían cada dos esnifaciones de coca pero es la típica que ponen cuando la
noche está arriba, como el “Taboo” de Don Omar que en paz descanse. Madre mia
que año…
La siguiente escena es un anuncio de ausonia y de
tampax pearl como si lo hubiera dirigido Quentin Tarantino.
A esto que aparece Wesley Snapes de negro y gafas de
sol donde la sombra pega fuerte.
Estaba más seco que las toallas de playa de los que
morían en la película “Tiburón” y no lo entiendo, porque hasta el portero que
velaba la puerta desde afuera se había mojado también de rasquichuela la solapa
del traje.
Los aspersores del techo dejan de bombear
hemoglobina liquida. Silencio dramático de los presentes. El DJ baja el subwoofer.
El silencio sepulcral se rompe por una voz de entre la multitud estupefacta, la
cual grita: “Blade; El que ha visto el sol” Se ve que lo conocía de COU.
A partir de aquí lo que viene es lo más parecido a
un miércoles de cenizas cuando el cura tiene Parkinson. La escena termina con
unas fallas.
Os juro, que me muera ahora mismo, que si le quitáis
el audio a esa carnicería y le ponéis, que se yo, “Wouldn’t it be nice” de The
Beach Boys, le quita tensión a la escena y no produce tanto rechazo.
En la siguiente escena vemos a una guapa doctora
afroamericana en una guardia dándole largas al residente con el que se enrollo
cuando hizo la especialidad de digestivo. Más tarde es mordida por un
chupóptero pero Blade aparece y la rescata aunque tiene un encuentro racista
con la policia.
La lleva con su amigo; Una especie de Eric Clapton y
Burt Reynolds cojo que le gusta decir el nombre del ajo en latín, para que la
cure. Tras inyectarle en toda la yugular un adobo para 4 cazones, confía con
que se mejore durante la noche y sigue con el espejito que estaba poniéndole a
un 127.
El malo de la película es un muchachito famélico,
muy blanquito de piel (No se hablaba con el sol) y que tiene un apellido como
el muñeco de nieve que interpretaba Michael Keaton en aquella película navideña
lacrimógena de sobremesa de televisión española.
Esta tristón porque quiere formar parte de un grupo
de “Chupa que te chupa” cuyo presidente es el actor que interpretaba a Lorenzini
(Strombolli de toda la vida) en la película “La leyenda de Pinocho” (Yo me he dado cuenta y me encargare que
todo el mundo lo sepa, titiritero)
En las reuniones de este categórico club se habla
una especie de rumano y tibetano. El Rumetano o Rumatano. Aunque más que un
idioma parece un compuesto volátil, más que nada por la tendencia a todo aquel
que lo hable a explotar cuando el sol le dice.”Buenos días, titi”
La cuestión es que el prota es mitad humano, mitad
vampiro y tiene un mono incontrolable a dejar a más de uno sin pescuezo por la
calle. Para controlar su abstinencia, se toma unos compuestos que son difíciles
de fabricar y comprar ya que no los cubre la Seguridad Social.
El malo quiere liar una buena en un templo donde los
antiguos egipcios jugaban al Yugi-OH
El prota y la doctora guapina van a la biblioteca
vampira para saber qué es lo que quiere invocar en ese templo derruido. Allí se
topan con el bibliotecario, un vampiro que se paso toda su vida chupando los
siropes de las medias lunas y lo chamuscan sin piedad mientras se pee de dolor.
A partir de aquí se lía la de “Papá esto me lo he
encontrado así, no me riñas que en verdad siempre decías que el abuelo
estorbaba” y si parpadeas te lo pierdes.
Reconozco que he visto la película por obligación,
para recordar más o menos y poder hacer con criterio esta Sinopsis, ya que no
la veía desde que la echaron por última vez por la noche cuando antena 3
molaba.
La verdad es que no entendí muy bien porque el malo
lía la que lía. No preste mucha atención porque, si os digo la verdad, la
escena del zampa hojaldrinas me dejo muy tocado. Todavía me acuerdo y me
despollo.
Aun así hay un despliegue majestuoso de artes
marciales en que Wesley Snapes se queda muchas veces en pose veleta señalando a
sotavento, estacas de plata toledana y una espadita que tiene que estar en
cualquier anuncio de teletienda que se aprecie.
Os la recomiendo si no la habéis visto porque os
enseñara un importante mensaje: “A ser mejores personas con el prójimo y no
alimentaros de él”
Joder como ardía el puto gordo…
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