Un Lupanar llamado "Badoo"

De todos los sitios Web que Internet ha dado para que nos apareásemos, cuales conejos cocainómanos, uno de ellos era el “Badoo”.

Reconozco que para ligar allí tenias que tener mucha Fe. Mas, incluso, que el que se monta en los “coches de choque” y solo quiere conducir. Pero como de ilusiones vive el hombre, tiremos milla hacia el saber de este tema.

Establecías un “Coto” de caza donde lanzar tu red y pegar los primeros disparos pero, qué casualidad, siempre vivías donde se concentraba la población mayoritaria de “Mordor” Orcos y trasgos formaban la totalidad del redil a elegir

Algunos/a aceptaban encantados lo que les ofrecía ese “Self Service” otros, como Juanito Valderrama, salían fuera de su pueblo o ciudad natal, con la salvedad de no volver la cara llorando.

Cuando encontrabas el chuletón de carne que se mostraba en ese escaparate de oportunidades, tenías que ser cauto en tus movimientos para entablar conversación.

El patrón a seguir era el mismo: Buscar los/las que “quisieran rollo”. Las/los que buscaras relaciones, si eras romántico/a o tuvieras muchas muescas en tu revolver y querías sentar la cabeza, podrías encontrar la paz en ese sitio. Eso sí, con muchísima Fe.

Las/los que buscaban amistades eran esquivados como los voluntarios de “cruz Roja”  que te paran por la calle..Siempre te podría agregar las típica persona mayor (que no sabias muy bien que estaba haciendo ahí) y, parecía, no haberse percatado que amistad, precisamente, no buscabas.

La vida es muy larga y puedes conocer a persona maravillosa a lo largo de esta, incluso los polvos que ya no dan más de sí, pueden desencadenar en amistades, no puras, pero si sinceras.

Puedo hablar desde la perspectiva de un hombre. Nosotros siempre teníamos la incertidumbre sembrada cuando, sentados enfrente de la pantalla y con el chat de una chica atractiva delante, no sabíamos cómo empezar la conversación. Hay tres tipos de iniciativas:

1.      Los “Dámelo todo mascaito”: recurrían al saludo que la pagina se encargaba para conocer a dos personas.

2.      Los “Marianico el corto” Eran gracioso saludando pero la cara de “Pendrive” que tenían no acompañaban para que tuvieran la suerte de seguir hablando con la chica.

3.      Los “Quirúrgicos”. Elegantes, acompasados, melódicos y directos.

4.      Los “Atilas”. Van a saco y echan sal en los chats profanados para que nada mas crezca en ellos.

Independientemente de la categoría que pertenecieras, cuando una chica te seguía el rollo con la conversación “Tan inteligente” que podrías tener con ella,la misma idea te venia a la mente, una y otra vez.

-¡Joder, esta buenísima!... ¡¿Sera un tío?!

El “Bomb” de las redes sociales hizo mella en la historia como una bomba atómica. Los tiempos iban modernizándose y una nueva posibilidad  de destrozarse la vida hizo acto de presencia, en la sociedad ignorante, sin que nadie se diera cuenta. Para muestra un botón:

-“MariniataNoSoyUnTio” está buenísima. He visto tan solo dos fotos suyas, del culo y de los pechos, pero me basta para saber que es mi chica ideal. Me ha dicho que si le mando un video mío, masturbándome, suficientemente largo para que tenga visitas en una página de contenido criticable, quedamos y Foll… Seguro que quiere tenerlo para ponerse a tono antes de que quedemos. Por suerte tengo un móvil con cámara que mis padres me han regalado por mi décimo tercer cumpleaños, el pasado Lunes. ¡Que guay! ¡Voy a perder mi virginidad! Seré el primero de mi clase que lo haga. Ya verás cuando se enteren mis amigos. Osea “Santi”, ese chico que vino nuevo, de otra escuela, y los demas niños le tiran tizas porque les hace gracia como las esquiva con las muletas y Teodoro, el niño con labio leporino que toca la flauta travesera en el cuarto de baño que están reformando. Bueno, me pongo manos a la obra. Y Pensar que se va a coger un Bus de Ferrol a Sevilla solo para foll…conmigo. ¡Si es que la traigo loca!

Ya lo de los “Superpoderes” era la hostia. Os instruyo:
Para saber a quien le atraías, necesitabas activar un modo para que el anonimato llegara a su fin. A cambio, sabrías a quien le llenabas el ojo; con caras y nombres. A cambio, solo, recibirías mensajes de sms a todas horas, cobrándotelos a 15 céntimos cada uno. Al final acababas pidiendo un crédito a “Cofidis” para seguir sabiendo a quien le gustabas y si merecía la pena la bancarrota.

Ahí, yacía el verdadero negocio de “Badoo”.

Para terminar, ,en el presente no se si “Badoo” aún perdura, si tiene éxito o si acabó, sus días, en el cajón del olvido junto a tus videos caseros, tocando la zambomba, lo que sí puedo decir  es que, nos abrió una ventana hacia la maldad y nos hizo creer que éramos Charlie Sheen, en un mundo de barcos y putas, cuando, en realidad lo que éramos era, tan solo, una incitación a una barra libre de palos, como si de Benito Mussolini nos tratásemos.