Un año muy negro.

A finales de este año, hemos podido ver como a nuestros móviles llegaba la foto de un señor de piel oscura, que cargaba un saco enorme y,no,no era Baltasar que saludaba desde Holanda.

Mi titulo de 14 horas en el curso” La ciencia de la observación “impartido  por el profesor  Jose Maria “Chema” Olmo, me permite sacar un perfil.

Joven de Senegal o de algún país africano que, a pesar de ser pobre en agua y alimentación, nos muestra que Dios manda pañuelo a quien no tiene nariz. Treinta y poco, complexión delgada. Ataviado con sombrero de “Dominguero” de cuadros, toalla verde, tirando para azul en el cuello y un pene más injusto, para algunos, que Andrés Pajares presentando el “Pasapalabra”.

La foto se hizo viral y pasó a contaminar todos los móviles de todo español “guasón” habido y por haber. Quien le llegaba, sino lo desechaba, lo compartía y eso fue el comienzo del fin.

La foto se llego, incluso, a filtrar en un informativo de “la sexta” y por reacción de la presentadora, déspota y fría, pidió disculpas por “la foto de ese negro que se había puesto en la noticia”. Su cara de angustia, parecía decir todo lo contrario: Puto negro, está en todas partes”

También apareció en sobres electorales, dedicándole un mandoble de carne oscura al futuro gobernante del país. Es la  manera de votar en blanco mas irónica que conozco.

Nos culpamos nosotros por haber sido los instigadores de esa foto que ha viajado de un lado a otro del territorio patrio. Reconozco que, quizás nosotros, los del sur, hemos sabido sacarle partido con ingeniosas adaptaciones camufladas, con la intención del destinatario de un mensaje no supiera que estaba aceptando un regalo envenenado.

Era, por así decirlo, el caballo de Troya con 5 kilos de po...eso. 

Sintiéndolo mucho e hiriendo el ego de muchos que se creen “Trolls” he de decir que, simplemente, somos unos mensajeros de algo que surgió un día, a una hora en un país del tercer mundo.

Me gustaría conocer al autor material que hizo esa foto.

¿Podéis imaginar la situación?

Algún misionero con un móvil 3G, mientras reparte biblias y predica la palabra de Dios, ve a ese adonis Congoleño paseándose por el páramo desierto, que brinda un día de Verano. Durante su paso, corto pero confiado, ve como algo se balancea entre sus piernas de izquierda a derecha, o viceversa.

El asombro sobreviene al misionero, cuando la hipótesis de que, aquello que se balanceaba, podía ser la toalla, se derrumba al verla en el hombro del susodicho.

Llamando su atención para que se detuviera y convenciéndola para que se hiciera una foto, de cuerpo entero, a cambio de la promesa de un bocadillo de Jamón, o alguna otra cosa que anhelan los habitantes desnutridos de África.

También está el factor de que el nativo del lugar, no supiera en qué consistía hacerse una foto, pero su pose coqueta puede desechar la teoría.

-“No te muevas Mutombo. Ahí….¡CLIC! ¡Perfecto!. No se lo van a creer en España”

Luego la foto cruzó de continente y, bueno, el resto ya lo conocéis.

No sabremos nunca la verdad. Solo nos queda esperar que, la imaginación que nos acompaña en todo momento, sea la responsable de poner un origen a esta foto, como la mano fría que la puso en un Chat y le dio a enviar.